
(AIBO usa una combinación de tecnologías robóticas, multimedia e inteligencia artificial para hacer posible que su hardware inanimado, pueda tratarse como un compañero interactivo. El Aibo genera también interacción con su operador, es capaz de reconocer gestos e incluso la actitud corporal de su dueño. Es sensible a las caricias, tiene una enorme capacidad de movimientos, equilibrio y flexibilidad, y lo más importante: aprende.)
Creo que es demasiado. Además, la naturaleza lo hizo primero.

2 comentarios:
AIBO no hace poo poo!
lo que un puñado de sensores, mucha matemática y harta cerebración pueden hacer, no?
personalmente, prefiero un perrito de verdad..
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